En contextos donde las disputas políticas y económicas se abordan mediante conflictos armados y por ende mediante la destrucción territorial, las nuevas tecnologías surgen como una solución, brindándonos una oportunidad única para reconstruir las ciudades devastadas de una manera más equilibrada. Si bien el mundo ya ha llevado adelante numerosos intentos fallidos para reconstruir ciudades arrasadas por la guerra, el siglo XXI promete mejores oportunidades, con herramientas que contemplan variables asociadas a la cultura del lugar, la integración y la sostenibilidad.
Las nuevas tecnologías están transformando poco a poco la forma en que vivimos y también la forma en que diseñamos y construimos nuestros edificios y ciudades. Con la inevitable incorporación de la Inteligencia Artificial en nuestros procesos de diseño y construcción, la industria de la arquitectura nunca volverá a ser la misma. Estas innovaciones transformarán para siempre el entorno en el que vivimos, y especialmente la forma en que nos relacionamos con los demás. Capaz de transformar nuestros modos de vivir, la IA también puede ayudar a proyectar la mejor versión del entorno que se ha perdido.
Aprenda más sobre cómo la Inteligencia Artificial se convirtió en una herramienta esencial en los procesos de reconstrucción de ciudades asoladas por la guerra.
"Los conflictos contemporáneos están totalmente ligados al territorio y al espacio urbano, por lo que los principales afectados son las personas que viven en esas ciudades", dice Mitchell Sipus en un artículo publicado por Smart Cities dive. De hecho, los conflictos de hoy ya no se parecen a las antiguas guerras del pasado, por lo que la forma en la que debemos abordar la reconstrucción de esas ciudades también deberá ser diferente.
La identidad de una ciudad, profundamente arraigada a la cultura local, la mayoría de las veces, se pierde completamente tras la guerra. Si bien la identidad, la destrucción urbana y la reconstrucción están interrelacionadas, los responsables de la toma de decisiones en un proceso de reconstrucción y planificación urbana descuidan esta noción al proponer planes futuros. Según una investigación desarrollada por Nurhan Abu-Jidi, "los proyectos de reconstrucción estratégica a menudo se centran más en los aspectos y dimensiones físicas e ignoran y marginan la identidad de la ciudad devastada por conflictos de cualquier orden, y lo que es más grave, terminan por descuidar sobre todo sus dimensiones socioculturales". Y aquí es donde la Inteligencia Artificial puede marcar la diferencia.
La IA ha demostrado ser una herramienta vital para cartografiar las ciudades de la posguerra. De hecho, basándose en los recuerdos, historias y experiencias de la gente, la IA es capaz de recrear con precisión un espacio que ya no existe -y no sólo en el sentido físico y material de las cosas-. Al apropiarse de la memoria colectiva, estas nuevas tecnologías pueden ayudarnos a rescatar y reconstruir datos que de otro modo sería imposibles recuperar, traduciéndolos en formas espaciales que podrían haberse perdido para siempre.
A medida que la tecnología avanza, las posibilidades parecen volverse infinitas. Si bien los sistemas inteligentes permiten reconstruir réplicas exactas de ciudades y edificios históricos, lo que aún debemos preguntarnos es si realmente debemos reconstruir réplicas de las antiguas ciudades, o si debemos aprovechar esta oportunidad para empezar desde cero y construir nuevas ciudades más adecuadas a las necesidades y demandas de nuestro tiempo.
Además de permitirnos reconstruir nuestro entorno materia, la arquitectura y la cultura digital, al vincularse, pueden ayudarnos a mejorar las ciudades y potenciar el futuro de la vida humana. La IA puede ser una herramienta muy útil en el proceso de recuperación y análisis de datos, algo esencial para los proyectos de reconstrucción y desarrollo de ciudades devastadas por la guerra, actuando casi como una herramienta arqueológica capaz de desenterrar información valiosa sobre el tejido urbano preexistente y evitando la elaboración de nuevos planes desde cero.
"Aunque los procesos de reconstrucción pueden considerarse como una especie de resistencia social y cultural, las ciudades proyectadas para el futuro deberían más bien explorar nuevas posibilidades, aprovechando la oportunidad de corregir viejos fallos y construir mejores soluciones", dice Nurhan Abu-Jidi. Enfocándonos en lo que aún existe, más que en lo que fue destruido, las propuestas futuras pueden aspirar a reconstruir un tejido urbano mejorado, más sensible a las necesidades de las personas. Teniendo en cuenta los nuevos métodos y sistemas de construcción actuales, más económicos y sostenibles, la inteligencia artificial es capaz de generar soluciones más equilibradas que contemplen las demandas y necesidades específicas, desde cuestiones objetivas y funcionales hasta datos más subjetivos, como las expectativas de las personas. Si nos centramos en la innovación, las cualidades medioambientales y la integración, podremos reconstruir estas ciudades de una forma más equilibrada, equitativa y sostenible, previendo un mejor futuro para sus habitantes.
Los proyectos de reconstrucción también nos dan la oportunidad de poner a prueba nuevos conocimientos y tecnologías. Ali Belal y Elena Shcherbina, en un artículo publicado por IOPScience sobre las tecnologías inteligentes en la planificación urbana de ciudades de posguerra, afirman que "disponer de una tecnología inteligente significa que las ciudades de la posguerra pueden no solo ser reconstruidas, sino ser mejoradas, pues podemos utilizar los datos recogidos para introducir cambios significativos en los planes originales de las ciudades. [...] La tecnología inteligente debe ser utilizada con un profundo entendimiento de las necesidades, estilos de vida, comportamientos y culturas de las personas. También, la tecnología inteligente en la planificación de las ciudades de la posguerra requiere necesariamente de la participación de las comunidades locales para tener éxito".
El caso de Siria: el rescate de la memoria colectiva para construir un nuevo futuro
La incorporación de tecnologías de inteligencia artificial en los procesos de diseño para la reconstrucción de ciudades de posguerra es algo muy común en la práctica de la oficina de arquitectura Reparametrize Studio, que se ha dedicado a cartografiar una serie de ciudades destruidas por la guerra en el contexto de su proyecto "Recodificación de la Siria de posguerra". La iniciativa del estudio se exhibió por primera vez en la octava edición de la Bienal de Urbanismo de la Ciudad de Shenzhen, curada por Carlo Ratti Associati, donde se exploró la relación evolutiva entre el espacio urbano y la innovación tecnológica, entre las ciudades, las personas y las máquinas.
Apropiándose de las tecnologías más avanzadas para el estudio de datos 3D, el proyecto desarrollado por Reparametrize Studio analiza el tejido urbano existente destacando las principales áreas a reconstruir. Además, el factor humano es esencial en el desarrollo de sus propuestas. Los datos se recogen con la participación de los residentes y refugiados, que fueron invitados a compartir sus recuerdos, describiendo el espacio a partir de su experiencia personal, así como sus expectativas para el futuro desarrollo de sus ciudades. Siempre teniendo en cuenta la opinión de las comunidades locales, las decisiones del proyecto buscan satisfacer las principales necesidades y demandas de los ciudadanos. Al incorporar múltiples variables en sus bases de datos, mucho más allá de la simple información espacial física o geométrica, el enfoque desarrollado por los arquitectos de Reparametrize Studio ha dado grandes pasos hacia una reconstrucción más equilibrada, sostenible y equitativa de las ciudades sirias de la posguerra.
La Carta de Venecia y la Carta de Riga, como principales documentos internacionales que definen las bases para la preservación del patrimonio histórico, no presentan ningún tipo de información detallada dirigida a la reconstrucción de las ciudades de la posguerra, definiendo sólo directrices genéricas como "evocar, interpretar, restaurar o reconstruir las formas del pasado". No obstante, esta libertad ha permitido que los arquitectos confíen más en herramientas innovadoras y nuevas tecnologías para pensar las ciudades del futuro, sin dejar de lado los aspectos culturales y sociales, la eficiencia y la sostenibilidad.
